Así es!, la segunda vez que hago La Ruta del Silencio... ya estoy deseando volver, pero... se que nunca será tan genuina, tan especial y tan particular como esta ultima vez.
Los de Almería son un grupo de compañeros de trabajo, que tuve la fortuna de conocer gracias a Héctor que es familia por parte de mi mujer... no entrare en mas detalles, pero está claro que el destino fue propicio para que nos conociéramos.
La gente de la moto somos una hermandad, la fácil conexión entre nosotros gracias a compartir vivencias que genera el viajar en moto, sus sensaciones y un estilo de vida único.
Si a eso unimos lo buena gente de este grupo... la facilidad para ser feliz esta totalmente asegurada.
Dejare sin más unas instantáneas, momentos de ese día... donde unos cuantos, con buen rumbo tuvimos la suerte de robar tiempo a la vida.
Aquí nos separamos, ellos rumbo al norte de España siguiendo su aventura... y yo vuelta a Madrid.
Me quedo con el recuerdo de una agradable cena en Teruel y la suerte de poder rodar con ellos.
Mi rumbo lo pondrá el Google Maps y la brújula del Garmin... así pasare las ultimas cuatro horas jugando con estos cachivaches, con mi mente llena de imágenes de enormes paredones, cortados, pueblecitos, cumbres verdes, caminos angostos y un grupo de moteros de Almería.
Así lo viví. así lo conté.
Medel
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