miércoles, 18 de abril de 2012

Alrededores del Tajo






Castillo de Fuentidueña de Tajo:



La historia del castillo de Fuentidueña aparece ligada a la desaparecida fortificación musulmana de la Alfariella o de la Alarilla, edificada por la población musulmana para detener el avance de los reinos cristianos, durante la Reconquista.
La Alarilla fue conquistada por el rey Alfonso VI de Castilla entre los siglos XI y siglo XII. Los cristianos establecidos optaron por abandonar esta construcción, meramente militar, y levantaron en el siglo XII un nuevo castillo, que, además de fortaleza, sirviera de residencia palaciega.
En el castillo vivió la reina Urraca I, esposa de Alfonso I de Aragón, a quien el pueblo de Fuentidueña de Tajo llamaba su dueña. Este apelativo, unido a la existencia de un manantial a los pies del cerro donde se emplaza el castillo, da nombre a la localidad.
En el año 1212, Alfonso VIII consolidó la plaza, tras su victoria en la batalla de las Navas de Tolosa, que permitió la expansión meridional del Reino de Castilla.
En el siglo XV, el edificio pasó a manos de la Orden de Santiago. En 1438, el adelantado Pedro Manrique fue encarcelado en el castillo, en tiempos de Juan II. También sirvió de prisión a Álvaro de Luna, en castigo por sus diferencias con la citada orden militar, y a Diego López de Pacheco, segundo marqués de Villena, confinado por orden de Gabriel Manrique.
En el siglo XIX, durante la Guerra de la Independencia, el castillo de Fuentidueña fue expoliado y sus piedras utilizadas para la construcción de otras edificaciones.



In situ, viendo la cercania del rio Tajo... decido hacer una excursion a su rivera, nunca vista y recorrida por mi... "a este lado"





Rio Tajo:
El río Tajo (en portugués, Tejo) es el río más largo de la Península Ibérica, a la que atraviesa en su parte central, siguiendo un rumbo este-oeste, con una leve inclinación hacia el suroeste.
Nace en los Montes Universales, en la Sierra de Albarracín (Teruel), sobre la rama occidental del Sistema Ibérico y, después de recorrer 1.008 km, llega al océano Atlántico en la ciudad de Lisboa. En su desembocadura forma el estuario del Mar de la Paja (en portugués, Mar da Palha), en el que vierte un caudal medio de 444 m³ por segundo.
En sus primeros 816 km atraviesa España, donde discurre por cuatro comunidades autónomas (Aragón, Castilla-La Mancha, Madrid y Extremadura) y un total de seis provincias (Teruel, Cuenca, Guadalajara, Madrid, Toledo y Cáceres).



Impresionante zona, siempre "gracias" al GPS... uno puede ver cual pajaro en las alturas donde van los caminos, buscando siempre la rivera...



Entretenido curso fluvial la del tajo... gran cauce, callado y pujante...



Son varias las ocasiones... que marchando al enredo... el camino prometido desaparece sin mas...



Siempre a su vera... despacio en pie sobre la moto, mirando a lo lejos...



Caminos faciles... donde la "vamierdamoto" recorre sin problemas y satisfacion...



Caminos rivereños, internos, frondosos... toreando ramas y jaras... con mosquitos a cienes



En ocasiones estrechos y muy entretenidos... sin parar ahi al lado del rio, silencioso y pujante... el Tajo...



Con sus altos... dando superiores vistas.....



Encontrandote edificacion, sin uso... de otros tiempos, al abandono del fisgon...





Sitios que dan permiso o necesidad a la parada... a su atencion y examen...



Sin parar... enredando su vereda, sus caminos... serpenteantes al capricho del rio...



Pasos de antaño, sin uso... una y otra vez, de otra vida... donde a pie se recorrian estos espacios... dando fe de que asi era...



Emprendi mi andanza a las 11:30 en el "castillo" y son mas de las 15:00... sin comer tengo que abandonar la zona y poner rumbo a casa...



Aun asi, los entornos por donde me muevo son de postal... cultivos, pueblos, cimas y llanuras salen por "doquier"...



Pero no puedo entretenerme mas, la vuelta... "por carretera", y la lie... pues tambien "insitu" busque la forma de llegar a casa por carreteras retorcidas y transito nulo... mas a esas horas de siesta donde al cruzar los pueblos (de menor extension)... no habia un alma, espiritu o sustancia humana que diera razon de vida...



Asi lo vivi, asi lo conte...
Medel




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